4 de octubre de 2018

Ler em português | Read in English | Lire en français

El ministro del Supremo Luiz Fux resolvió censurar la entrevista de Lula alegando que la excepcionalidad de la situación justificaría la restricción de la libertad de prensa por la justicia. Para el buen entendedor, admitió que el caso Lula es un caso de excepción, tomando también iniciativa excepcional (una liminar que no estaba autorizado a dar) después de que el juez Ricardo Lewandowski decidió liberar la entrevista respetando la universalidad de la ley: la libertad de la prensa es asegurada por la Constitución e innumerables detenidos ya hablaron con periodistas.

“Después de insinuar que Lula podría” desinformar “al pueblo, Fux declaró que hay que tomar” decisiones que son aquellas que el pueblo espera del Poder Judicial “, lo que no significa decir que hay que hacer investigación de opinión pública. Fux se considera un intérprete excepcionalmente iluminado de la opinión pública, pues también aseguró que, para discutir con él, “hay que tener postgrado en Harvard”.

Fux, sin embargo, es desinformado. Él no sabe que profesores de Harvard y de las más renombradas instituciones de enseñanza del mundo firmaron un manifiesto contra las arbitrariedades de la justicia brasileña en el caso Lula. Y que el caso llegó a ser llamado kafkiano por ellos.

Corriendo el riesgo de molestar al lector, recuerdo que firmaron también intelectuales de renombre global comoTariq Ali, Robert Brenner, Wendy Brown, Ha-Joon Chang, Noam Chomsky, Angela Davis, Wendy Goldman, David Harvey, Axel Honneth, Fredric R. Jameson, Leonardo Padura, Carole Pateman, Thomas Piketty, Boaventura de Sousa Santos e Slavoj Žižek.

El manifiesto fue endosado por juristas mundialmente famosos, tales como Karl Klare, Friedrich Müller, Antonio José Avellanes Nunes y Jonathan Simon. Eminentes investigadores del poder y la persecución judicial, como John Comaroff, Eve Darian-Smith, Tamar Herzog y Elizabeth Mertz, también son partidarios.

En el caso de los sociólogos que ya trataron con rigor de las relaciones entre ley y sociedad, como Fred Block, Mark Blyth, Michael Burawoy, Peter Evans, Neil Fligstein, Marion Fourcade, Leo Panich, Frances Fox Piven, Michael Heinrich, Michael Löwy, Laura , Que se estrenará en el mes de mayo de este año.

Si seguimos el criterio de Fux, tendríamos que reconocer que el propio Fux necesita estudiar mucho más para discutir con quien considera que el sistema judicial brasileño hizo a Lula un perseguido político y, así, su detención mancha la democracia brasileña.

Por supuesto que no debemos seguir el criterio de Fux, pues el criterio de Fux mal disfraza el autoritarismo heredado de una élite “licenciadecza” que, en el siglo XIX, predicaba el liberalismo y al mismo tiempo justificaba la esclavitud.

Es simplemente lamentable que un juez que sugiera que el pueblo no puede ser “desinformado” por una entrevista toma decisiones, al mismo tiempo, en nombre del pueblo, aunque la decisión incumple la Constitución y la libertad de prensa, y que el propio juez asegura que no necesita siquiera “hacer investigación de opinión pública” para saber cuál es la voluntad del pueblo.

Pobre pueblo que necesita ser tutelado por quien no fue votado para ser representante y mucho menos intérprete iluminado de su opinión. Pobre del pueblo “conducido” por jueces que no siguen la universalidad de la ley y arrogan el monopolio de la opinión pública para decidir en su lugar.

 

Carta Capital