11 de diciembre de 2018

Read in English | Ler em português

La celebración de los 70 años de la Declaración Universal de los Derechos Humanos coincidió con el lanzamiento de la Jornada Nacional Lula Libre la noche de este lunes (10). El acto de apertura tuvo lugar en la sede del Sindicato de Metalúrgicos de ABC, en São Bernardo do Campo (SP), el mismo lugar de donde Lula (Partido de los Trabajadores) salió para cumplir la orden de prisión expedida por el juez Sergio Moro, el 7 de abril pasado.

La fecha y la dirección no fueron escogidos al azar. Ocho meses después, centenas de militantes comparecieron nuevamente al sindicato para denunciar las injusticias cometidas contra el líder brasileño.

Abogado y amigo de Lula, Luiz Eduardo Greenhalgh asumió los micrófonos al inicio del evento y recordó que el proceso que llevó al ex presidente a la prisión estuvo marcado por arbitrariedades, con el objetivo de impedir su candidatura y perpetuar el golpe.

“El juez que se decía juez, que sólo juzgaba por aquello que estaba en los autos, sin motivación política, ahora es ministro de Justicia de Bolsonaro [PSL]. Ahora se sabe el motivo de la persecución”, dijo el abogado. Greenhalgh entiende que, sin un juzgamiento justo para Lula, Brasil fue secuestrado por un grupo dispuesto a atender los intereses de la burguesía y perseguir a los colectivos de izquierda.

El representante de la dirección Nacional del Movimiento de Trabajadores Rurales Sin Tierra (MST), Raúl Amorim, señaló que la Jornada Nacional Lula Libre necesita apoyarse en la solidaridad de clase para mantener el rumbo. “Los comités deben agruparse y hacer la batalla de las ideas. Ir a las periferias, ir a la base. El trabajo de base tiene que ser cotidiano”, finalizó.

Para la presidenta nacional del PT, Gleisi Hoffmann, Lula es un símbolo de la lucha por un país con igualdad y desarrollo. “Como el [Lula] nos dijo en ese sindicato hace ocho meses, antes de decidir ir preso: ‘Ya no soy más yo, soy una idea. Y las ideas andan por el mundo’. Es su idea la que está caminando entre nosotros. La idea de que el pueblo puede tener y ejercer derechos”, dijo.

Al final del acto, el candidato del PT a la presidencia en la última elección, Fernando Haddad, leyó una carta enviada por el ex presidente a la militancia: “No cambio mi dignidad por mi liberación”, dijo, en posible referencia a la práctica de delaciones premiadas, recurrente en la operación Lava Jato.

Edición: Daniel Giovanaz | Foto: Ricardo Stuckert | Brasil de Fato