12 de febrero de 2019

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Nadie tiene dudas de que la sentencia de la jueza Gabriela Hardt, de la 13ª Vara de la Justicia Federal de Curitiba, es tan absurda y sin pruebas cuanto la anterior, de Sergio Moro. Después de todo, la magistrada dejó el derecho a un lado e incluso duplicó el nombre de un testiguo de acusación para condenar a Lula. Pero también se ha evidenciado que Hardt copió y pegó fragmentos enteros del texto de su mentor y actual ministro de Justicia de Jair Bolsonaro (PSL).

El periódico Folha de Sao Paulo de este martes (12) destacó que la defensa del ex presidente va a apuntar esa artimaña de la jueza en el recurso que se hará para contestar la condena del caso de la quinta de Atibaia (SP). Hardt alteró el orden de fragmentos del texto original y utilizó frases y expresiones idénticas a aquellas utilizadas por Moro en el proceso del caso del triplex de Guarujá.

La magistrada copió, principalmente, el tramo en que trata de la dosimetría de la pena, en el cual un párrafo entero es idéntico al que fue escrito anteriormente por el ex juez, en 2017. Esa es sólo una de las innumerables incoherencias de Hardt, que serán cuestionadas por la defensa en el recurso a ser dirigido al Tribunal Regional Federal de la 4ª Región (TRF-4).

Toda la condena hecha por la jueza tiene como única referencia las palabras de un delator, que fue generosamente beneficiado, y cuyo nombre ha sido duplicado por Hardt. Además, la magistrada fue más allá en el invencionismo jurídico de Moro, y en lugar de usar el término ‘actos de oficio indeterminados’ ha creado los ‘actos de oficio inexistentes’. La falta de fundamentación jurídica y de pruebas es tan grande, que la jueza tuvo que apoyarse 24 veces en la palabra ‘supuestamente’.

 

Traducción por Cristina Gomes | Texto y arte: Agencia PT de Noticias  | Partido de los Trabajadores