22 de octubre de 2019
Foto: Ricardo Stuckert

En una carta abierta enviada al Tribunal Supremo Federal (STF), tres ex presidentes de los tribunales superiores de Europa declaran que “hasta que el ex presidente Lula recupere su inocencia y la libertad total, la justicia brasileña no recuperará credibilidad”.

El documento está firmado por Tomás Quadra-Salcedo, ex presidente del Consejo de Estado español de 1985 a 1991 y el ex ministro de Justicia Franco Gallo, quien presidió el Tribunal Constitucional de Italia en 2013, y Giuseppe Tesauro, quien encabezó el mismo tribunal superior en 2014.

“La Operación Lava Jato, bajo la apariencia de luchar contra la corrupción, se convirtió en un partido político, contribuyendo a la expulsión de Dilma Rousseff en 2016, así como a la persecución política del ex presidente Lula. Esta persecución funcionó porque permitió la elección de Jair Bolsonaro como presidente de la República”, dicen, citando análisis de colegas de todo el mundo y los informes de “Vaza Jato” (fuga) publicados por The Intercept.

Para ellos, “debido a los procedimientos ilegales e inmorales adoptados contra el ex presidente Lula, la justicia brasileña hoy está experimentando una verdadera crisis de credibilidad”.

“Por lo tanto, es esencial que los jueces de la Corte Suprema ejerzan plenamente su función de garantes del respeto a la Constitución y pongan fin a las injusticias cometidas por los fiscales y el ex juez Sergio Moro”.

Lea la carta completa:

A los compañeros magistrados de la Corte Suprema Federal,

Como ex presidentes de los Tribunales Superiores de Justicia, nos gustaría tener en cuenta a nuestros colegas magistrados de la Corte Suprema Federal y, en general, a la opinión pública de este país por los defectos en los procedimientos iniciados contra Lula.

Como ya lo mencionaron muchos colegas, brasileños y de otros países del mundo, las revelaciones del periodista Glenn Greenwald y su equipo del sitio de información The Intercept, en colaboración con los periódicos Folha de S. Paulo y El País, la revista Veja y otros medios reforzaron la naturaleza política del enjuiciamiento contra Lula. También confirmaron a los ojos del mundo, como siempre han afirmado Lula y sus abogados, el carácter parcial del ex juez Moro y el fiscal y, como resultado, la ausencia de un juicio justo e independiente contra el ex presidente.

Estas revelaciones confirmaron que la Operación Lava Jato, bajo la apariencia de luchar contra la corrupción, se convirtió en un partido político, contribuyendo a la expulsión de Dilma Rousseff en 2016, así como a la persecución política del ex presidente Lula. Esta persecución funcionó porque permitió la elección de Jair Bolsonaro para la presidencia de la República.

En un momento en que las democracias están siendo probadas por el surgimiento de la extrema derecha, y especialmente en Brasil, la justicia debe erigirse como un baluarte contra el autoritarismo y la arbitrariedad. Sin embargo, debido a los procedimientos ilegales e inmorales adoptados contra el ex presidente Lula, la justicia brasileña hoy está experimentando una verdadera crisis de credibilidad. Por lo tanto, es esencial que los jueces de la Corte Suprema ejerzan plenamente su función de garantes del respeto a la Constitución y pongan fin a las injusticias cometidas por los fiscales y el ex juez Sergio Moro. Mientras el ex presidente Lula no tenga su inocencia y su libertad total restaurada, la justicia brasileña no recuperará credibilidad. La falta de confianza en el sistema de justicia brasileño está erosionando el estado de derecho y la democracia, con repercusiones para todos los jueces del mundo.

Tomás Quadra-Salcedo
Franco Gallo
Giuseppe Tesauro

Revista Fórum | Traducido por Fernanda Barcellos.