7 de abril de 2019

“No van a prender mis pensamientos, no van a encarcelar mis sueños, si no me dejan caminar, voy a caminar por las piernas de ustedes, si no me dejan hablar, hablaré por la boca de ustedes, si mi corazón deja de latir, él latirá en el corazón de ustedes.”
Luiz Inácio Lula Da Silva

Lula cumple un año de injusta prisión. Lo acusaron de vivir en un departamento que ni siquiera es de su propiedad. Condenaron a quien sacó de la pobreza más absoluta a 40 millones de personas, y esto la oligarquía brasilera no se lo perdona. Pero mucho menos son capaces de disimular su odio contra quien a pesar del encierro, continua representando la esperanza para las mayorías postergadas.

El partido judicial, los medios de comunicación y el capital financiero internacional judicializaron la política, llevando al ex presidente Luiz Inácio Lula Da Silva a un proceso de investigación armado y totalmente inconsistente con el solo propósito de generar confusión en el pueblo y proscripción del que seguro sería hoy presidente del Brasil. El obrero y militante, compañero Lula. Uno de los más importantes líderes políticos latinoamericanos.

Desde el golpe de estado contra el gobierno constitucional de la compañera Dilma Rousseff, el pueblo brasilero sufre el permanente deterioro de su calidad de vida. La creciente persecución, desestabilización y violencia viene cobrando vidas. Dirigentes políticos y sociales como Marielle Franco, demuestra que el avance de la derecha en el Brasil, no se queda en la retórica anticomunista. El gobierno de Bolsonaro es claramente la profundización de las políticas de entrega, ajuste y represión del gobierno usurpador de Temer: promueve en la región una invasión militar contra el gobierno legítimo y constitucional del compañero Nicolás Maduro, reivindica públicamente el golpe el estado del 64, nombra Ministro de Justicia, al artífice de la persecución política que concluyo con el arresto del compañero Lula, son solo algunas de sus medidas antipopulares.

Golpes de Estado en Honduras, Paraguay y Brasil, presos políticos como Jorge Glas en Ecuador y Milagro Sala en la Argentina, injerencismo contra los gobiernos de Venezuela, Cuba, Bolivia y Nicaragua, persecución mediático judicial contra Cristina Fernández de Kirchner y Rafael Correa, son ejemplos de cómo el imperialismo y la derecha regional atacan a quienes ponen en peligro los intereses de los capitales concentrados, del sistema financiero especulativo, y de todos los privilegios de las oligarquías como Macri, Moreno, Bolsonaro, Benítez, Duque Márquez, Piñera entre otros.

A un año de la injusta cárcel del compañero Lula, desde la Corriente Peronista Descamisados reafirmamos nuestra solidaridad y compromiso de seguir luchando junto al pueblo brasileño por su libertad. La Patria Grande debe estar más unida que nunca, en la resistencia contra la embestida de los poderes concentrados.

Hoy más que nunca gritamos LULA LIVRE!

Buenos Aires, 7 de abril de 2019

Corriente Peronista Descamisados [email protected]