20 de febrero de 2019

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El Comité Lula Libre de Berlín entregó este miércoles (20/02), en el Bundestag (Parlamento alemán) una carta del ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva al diputado federal de Alemania y ex líder del Partido Socialdemócrata (SPD) Martin Schulz.

La carta llegó a Alemania por las manos del sociólogo Jessé de Souza, que está en la ciudad por motivos profesionales. Al saber que el ex presidente estaba leyendo su libro La élite del atraso, Souza escribió a Lula y mencionó su ida a Berlín. Los asesores del petista le pidieron que llevara la carta a Schulz, relata el sociólogo. El encuentro fue organizado por el Comité Lula Libre de Berlín.

En la carta, Lula presenta Souza a Schulz y habla sobre las elecciones de 2018 y su arresto en Curitiba. “Las elecciones produjeron grandes cambios en el marco político brasileño y que ciertamente van a alcanzar el escenario económico de modo a empeorar la vida de nuestro sufrido pueblo”, escribe.

Según el ex presidente, habría habido un complot de la derecha, con apoyo de empresarios, de la prensa y de la Justicia, para impedir su candidatura e inviabilizar su participación en el proceso electoral. “Las decisiones del Poder Judicial, particularmente del juez Sérgio Moro, influyeron en el resultado electoral”, alega.gorjeo


Como ejemplo, Lula menciona su impedimento de dar entrevistas y el levantamiento del secreto de la delación premiada del ex ministro de Hacienda Antonio Palocci, que alegó que el petista y la ex presidenta Dilma Rousseff tenían conocimiento de los esquemas de corrupción en la Petrobras. El levantamiento del secreto fue autorizado por Moro, hoy Ministro de Justicia, pocos días antes de la primera vuelta.

Lula recuerda además los resultados alcanzados por el PT en las elecciones de octubre y pide apoyo del socialdemócrata. “La solidaridad internacional, en la que muchos compañeros de diversas nacionalidades están empeñados, será de fundamental importancia en nuestra lucha por Brasil y de resistencia a la brutal persecución judicial de que estoy siendo víctima”, completa.

Al recibir la carta, Schulz, que fue presidente del Parlamento Europeo entre 2012 y 2017, dijo continuar creyendo que el proceso judicial contra Lula es cuestionable y destacó que, a pesar de no poder juzgar al Poder Judicial brasileño, tiene fuerte desconfianza en el caso del petista.

“Tengo serias dudas en cuanto a la legalidad del procedimiento en el proceso contra Lula. En mi comprensión del Derecho, la presunción de inocencia vale hasta la última instancia y por ello Lula debería estar suelto “, destacó el diputado. Para él, el proceso tiene motivación política.

En una entrevista a la DW, Schulz puntualizó que el hecho de que Moro haya aceptado ser Ministro de Justicia en el gobierno del presidente Jair Bolsonaro, plantea “serias dudas” sobre la independencia que el ex juez predicaba durante la tramitación del proceso de Lula.

“El procedimiento del juez Moro dejó traslucir para Bolsonaro que él sería un buen ministro para el presidente y para sus intereses políticos. “No tengo pruebas de que Bolsonaro y Moro tenían contacto antes, pero creo que Bolsonaro no llegó a la idea de transformar a Moro en ministro de Justicia porque tiró los dados”, argumentó Schulz.

Indagado si había llegado el momento de que el PT hiciera una reflexión sobre sus errores y promover un cambio en el liderazgo del partido como ocurre con frecuencia en la mayoría de los partidos de Alemania, Schulz dijo acreditar que el partido de Lula está siguiendo este camino.

El diputado denunció, sin embargo, que algunos grupos políticos en Brasil intentan pasar la impresión de que la corrupción existe solamente en el PT. “Hay en Brasil una campaña difamatoria masiva contra la izquierda”, subrayó Schulz. Frente a esto, afirmó el diputado, incluso un cambio completo en la dirección del partido no sería suficiente para revertir esa situación promovida por “extremistas de derecha y por la prensa”.

Schulz también hizo críticas al actual gobierno brasileño. “Existe hoy en Brasil un ataque a instituciones democráticas. De la propia Presidencia parte una campaña difamatoria contra minorías y contra la oposición. En un sistema democrático, aquellos que están en el poder tienen que garantizar el derecho de la oposición. En Brasil, percibimos que el gobierno interpreta su mandato como un exterminador de la oposición. “Eso es una señal de alarma para la democracia”, afirmó.

El SPD, partido de Schulz, promovió una renovación de sus líderes a principios del año pasado, desencadenada por el pésimo resultado en las urnas y por el hecho de Schulz haber roto la promesa de llevar a los socialdemócratas a la oposición. El diputado fue uno de los arquitectos de la actual coalición de gobierno de Alemania, pero su influencia en la actual administración liderada por la canciller federal Angela Merkel es hoy limitada.

En febrero del pasado año, cuando todavía era líder del SPD, Schulz perdió parte de su capital político al caer públicamente en desgracia tras haber manifestado su intención de asumir el cargo de Ministro de Exteriores en un gobierno liderado por la conservadora Merkel, rompiendo promesas electorales.

Al final, los socialdemócratas acabaron aliándose una vez más a Merkel y formaron una nueva coalición. Pero las ambiciones personales de Schulz fueron intolerables para la base del partido. Él renunció al liderazgo del SPD a finales de febrero de 2018.

Además de Jessé de Souza, la activista Nina Glatzer, del Comité Lula Libre, estaba presente en la entrega de la carta. Este no fue el primer contacto entre Schulz y Lula tras la detención del petista. A finales de agosto del pasado año, el diputado visitó al ex presidente en la prisión en Curitiba. Tanto su visita como la recepción de la carta no tienen ninguna relación con la posición del gobierno de Alemania.

Oficialmente, el gobierno de Merkel -que además del SPD y de la Unión Demócrata Cristiana (CDU) también está formado por la Unión Social Cristiana (CSU) – mantiene silencio sobre la condena y la detención de Lula. Lo mismo ya había ocurrido en relación al impeachment de Rousseff.

Prisión de Lula
Condenado en la fase de apelación, en enero de 2018, a 12 años y un mes de prisión por corrupción pasiva y el blanqueo de dinero en el proceso que implica un apartamento de tres pisos en Guarujá, Lula está en prisión desde el 7 de abril de 2018 en Curitiba. El ex presidente niega las acusaciones.

A principios de febrero, él fue nuevamente condenado, en primera instancia, por corrupción y blanqueo de dinero, esta vez en el proceso referente a reformas realizadas en una casa de campo en Atibaia, en el interior de São Paulo. Él todavía es reo en otras siete acciones penales. Los abogados del petista alegan que el ex presidente es víctima de persecución política.

Deutsche Welle |  Traducción por Cristina Barbosa.