2 de agosto de 2018

Seis militantes de movimientos populares empezarán, este martes por la tarde, 31 de julio, una huelga de hambre por tiempo indeterminado en frente a la sede del Supremo Tribunal Federal (STF). La movilización exige justicia al Poder Judicial y la libertad del ex mandatario Luiz Inácio Lula da Silva.

Para Jaime Amorim, integrante de la dirección nacional del Movimiento de Trabajadores Rurales Sin Tierra (MST) y uno de los seis huelguistas, la huelga de hambre es un instrumento extremo de batalla política. “En este momento de la Historia que vivimos, hemos decidido echar mano de ese instrumento para salvar al país del caos que se instauró. No podemos dejar que el país retroceda más”, dijo Amorim.

Según explicó Amorim, la huelga de hambre tiene dos objetivos centrales en la actual coyuntura: “El primer objetivo es denunciar la situación de miseria que se agrava cada día en nuestro país, discutiendo con la sociedad sobre el hambre, la violencia, el desempleo y todas las consecuencias del golpe. El segundo objetivo es discutir la democracia, debatiendo el papel del Poder Judicial y la libertad de Lula. Nuestra huelga de hambre comienza por tiempo indeterminado y terminará el día que se libere a Lula y que él pueda disputar las elecciones”, explicó.

Junto con Jaime Amorim se suman otros cinco militantes populares, Fray Sergio y Rafaela Santos, del Movimiento de Pequeños Agricultores (MPA), Vilmar Pacífico y Zonália Santos, del Movimiento de Trabajadores Rurales Sin Tierra (MST) y Luiz Gonzaga (Gegê) de la Central de Movimientos Populares (CMP).

Para Fray Sergio, el final de la huelga lo decidirán los ministros del Supremo Tribunal Federal. “Nosotros podemos pasar hambre por un gesto consciente de lucha, pero si continuamos con este modelo de país, el hambre será una imposición para muchos brasileños y brasileñas. Para el pueblo, el símbolo de la esperanza para cambiar esta situación es Lula”, completó.

Hora de reaccionar

Rafaela Alves, del Movimiento de Pequeños Agricultores, reafirmó la necesidad de luchar en todos los espacios donde se encuentran trabajadores y trabajadoras.

“Hay que realizar ayunos comunitarios, acciones de solidaridad, actos y movilizaciones en cualquier lugar en el que estemos. Lo más importante es que el pueblo comprenda que estamos en un momento muy decisivo de la historia y hay que decir al Poder Judicial que lo que está haciendo no es correcto. Hay que decir que Lula tiene que estar libre y ser el presidente del nuestro país”, aseveró la huelguista.

“Nuestra huelga de hambre se suma a otras luchas de los trabajadores y trabajadoras en defensa de la democracia y por Lula libre. Estaremos en huelga de hambre hasta ganar esta parte de la batalla”, concluyó Rafaela.

Para João Pedro Stédile, de la dirección nacional del Movimiento de Trabajadores Rurales Sin Tierra (MST) y del Frente Brasil Popular, hay una gran agenda de luchas y movilizaciones de la clase trabajadora para los próximos días en todo el país.

“Las acciones de los próximos días representarán una diversidad de luchas en todo Brasil en el sentido de garantizar los derechos del pueblo brasileño, organizado en el Comité Lula Libre y en el conjunto de las organizaciones del Frente Brasil Popular”, destacó Stédile.

De acuerdo con Stédile, además de la huelga de hambre por tiempo indeterminado, habrá un día de paro nacional, que se realizará el 10 de agosto próximo. También forma parte del calendario de luchas, la Marcha Nacional Lula Libre, que se realizará entre los días 10 y 15 de agosto y terminará en Brasilia, capital del país.

“Estas acciones alzarán la bandera de la libertad del compañero Lula, por los derechos de los trabajadores que los golpistas vienen usurpando vergonzosamente, y presionarán para que el STF respete la Constitución, en el sentido de garantizar el derecho del pueblo brasileño a votar por Lula, pues si impiden que Lula sea candidato, están excluyendo una parte de la población brasileña de las elecciones”.

 

Via Campesina