9 de julio de 2018

Un grupo de dirigentes y ex embajadores de la Concertación y la Nueva Mayoría se juntaron hace algunos días a hablar de política. No se trataba, sin embargo, de un diálogo sobre la centroizquierda chilena o el gobierno del Mandatario Sebastián Piñera. En el encuentro se comenzó a dar forma a la conformación de un grupo para ejecutar acciones concretas con el fin de mostrar apoyo al ex Presidente brasileño Lula da Silva, quien está en prisión desde principios de abril por lavado de dinero y corrupción, en el marco del caso Lava Jato.

La reunión se enmarcó en diversas gestiones -organizadas por los ex senadores Carlos Ominami y Jaime Gazmuri, entre otros- que vienen tramitándose desde hace algún tiempo.

Una de estas tratativas se realizó el mes pasado en Brasil, en medio de una conversación entre Ominami y el ex canciller de Lula, Celso Amorim, quien está coordinando la campaña internacional en apoyo del ex Mandatario. Ahí, el ex ministro de Economía se comprometió a trabajar junto con Gazmuri, ex embajador en ese país, para desarrollar acciones concretas de apoyo desde Chile.

Los ex parlamentarios se han abocado a tomar contacto con distintas personalidades del mundo político y diplomático que tienen interés y experiencia en temas internacionales y de Brasil, grupo que ha estado evaluando distintas iniciativas. La primera de estas está contemplada para mañana, día en el que se prevé que se dé a conocer una carta en apoyo a Lula, que llevan semanas trabajando y que está firmada por más de treinta personalidades, como Gazmuri, Ominami, Sergio Bitar y Luis Maira, a los que podrían sumarse representantes del Senado, de la Cámara de Diputados y líderes del PC y del Frente Amplio.

El documento, que será entregado al Poder Judicial de Brasil, tiene como objetivo apelar a que el encarcelamiento del ex Presidente es injusto y solicitar que se le permita participar en las elecciones presidenciales del 7 de octubre.

Consultado por “El Mercurio”, Ominami señaló: “Queremos mostrar, hacerle ver al propio Poder Judicial brasileño que una elección sin Lula sería una tremenda anomalía. La carta apunta a que una elección que elimine a quien hoy todas las encuestas sindican como seguro ganador, es una elección que no es legítima y que si tiene lugar va a afectar gravemente la gobernabilidad del principal país de América Latina. Nos interesa defender la democracia en América Latina. Lula debe competir en las elecciones; de lo contrario, la crisis política se va a agravar. Tenemos total convencimiento de que el proceso es injusto”.

Un aspecto importante en el que pondría énfasis el escrito es en repetir los conceptos vertidos, por ejemplo, por el New York Times -en una columna de enero-, en donde se expresó que el juicio a Lula no habría cumplido estándares internacionales.

Otro objetivo del grupo es corregir lo que, en su opinión, es información equivocada que se da en Chile sobre el caso de Lula. Sostienen que en el país se ha establecido la noción de que el ex Mandatario es culpable de delitos de corrupción y lavado de dinero, concepto que los miembros de este grupo dicen que es falso. La idea sería entonces implementar acciones para romper con esa idea que, dicen, se ha establecido en la opinión pública nacional.

Una fórmula que se ha estudiado para llevar a cabo esto es utilizar parte de los argumentos críticos que Chile y el resto de los países del Grupo de Lima tuvieron respecto del proceso electoral que se desarrolló en Venezuela, el 20 de mayo de este año. Una idea que ha ido tomando fuerza es que, tal como los comicios del país caribeño no tenían credibilidad desde el punto de vista democrático por estar ausentes los principales opositores a Nicolás Maduro, en Brasil pasaría lo mismo con la encarcelación de Lula. Esto es algo que el grupo incluso buscaría plantear personalmente al canciller Roberto Ampuero y al Presidente Sebastián Piñera.

Ominami, que en marzo se reunió con Lula, y el mes pasado participó en Brasil en un homenaje en memoria del fallecido académico y asesor presidencial Marco Aurelio García, dice que se debe tomar en cuenta que dicho país “es el principal país de América Latina, la novena economía del mundo, un país con el que Chile tiene muchos intercambios. El gobierno de Temer es ilegítimo y que está paralizado por su descrédito”.

Después de la entrega de la carta, los firmantes se juntarán nuevamente para evaluar los distintos pasos a seguir de acá a octubre. No se descarta que haya también gestiones en otros países, como México y Francia, y que se trate de lograr el apoyo de personas no pertenecientes a los partidos de centroizquierda.

Cabe recordar que luego del encarcelamiento de Lula, varios integrantes de los partidos de oposición se manifestaron o contrarios o inquietos por la medida.

“Lula es representante de la izquierda moderna. Una izquierda que logró conjugar el crecimiento económico con el combate contra la pobreza. Una izquierda con una visión integradora que no cabe en los maniqueísmos, como otras de hoy. Lo que sucede es preocupante, porque es una señal de intolerancia de ciertos sectores políticos, vinculados a grupos trasnacionales, que no comprenden el error que cometen”, dijo en su momento el senador Juan Pablo Letelier (PS).

Otro que reaccionó fue Juan Andrés Lagos, miembro de la comisión política del PC, quien expresó: “desde nuestro punto de vista no hay un juicio justo. Hay una administración de justicia unilateral, arbitraria, incluso caprichosa”.

Esa semana, congresistas comunistas, del Frente Amplio, del PPD y de PAIS organizaron una manifestación en el frontis del Congreso, donde mostraron un cartel que decía “Todos somos Lula”.

Un grupo de dirigentes de la centroizquierda enviará una carta al Poder Judicial de Brasil, en apoyo al ex Mandatario y a su candidatura presidencial.

 

El Mercurio.