24 de agosto de 2018
Brasilia, 23 ago (PL) El exsecretario general de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) Ernesto Samper pidió hoy en Curitiba la libertad del expresidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva, ”un prisionero político”, remarcó.

Samper manifestó en declaraciones a la prensa que vino a visitar a Lula ‘en su lugar de confinamiento en Curitiba (la Superintendencia de la Policía Federal) como un acto de solidaridad personal y política.

Relató que lo encontró, como siempre, sereno, entusiasta y positivo. Cargado con ideas y proyectos futuros.

En sus palabras, el también expresidente colombiano subrayó que el líder histórico y fundador del Partido de los Trabajadores no está solo, pues la comunidad internacional lo acompaña y recuerda como el arquitecto de la política que convirtió a Brasil en un actor global y ejemplo en la ejecución de programas de combate al hambre y la pobreza.

Esa comunidad habló a través del Comité de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, reclamando un juzgamiento justo para Lula y que se respete su derecho a competir en las próximas elecciones presidenciales, señaló el exdirigente de la Unasur, citado por el diario digital Brasil 247.

En ese sentido, Samper pidió al Estado brasileño respetar los compromisos internacionales contraídos y al Comité de Derechos Humanos de la ONU que envíe una delegación de observadores para verificar el cumplimiento de su mandato, en particular la aplicación de las reglas universales del debido proceso y la presunción de inocencia.

Lula ha sido víctima de una implacable, casi inhumana, persecución judicial y mediática, y cada día es mayor la convicción internacional de que es un preso político y como tal debe ser liberado para que pueda continuar trabajando por el Brasil democrático, incluyente y reconciliado que sigue soñando desde la cárcel.

Abogados de la defensa del exdignatario impugnaron ayer la posibilidad de que el Estado brasileño esquive la determinación del Comité de Derechos Humanos de la ONU sobre su derecho a ser candidato presidencial.

Es ‘impensable e incompatible con la buena fe’ incumplir tal resolución, después que Brasil confirmara en 2009 el compromiso de respetar las decisiones de ese órgano internacional, valoraron los letrados Cristiano Zanin Martins y Valeska Teixeira Zanin Martins.

En un artículo publicado en el periódico Brasil de Fato, los juristas dijeron no creer que Brasil ‘vaya a dejarse contaminar por la antigua tentación de países que niegan protección a garantías fundamentales mediante la invocación de disposiciones del Derecho interno’.

Esperamos que las autoridades brasileñas y también los agentes no estatales envueltos de alguna forma en el asunto cumplan las decisiones de dicho Comité, porque una eventual responsabilidad internacional sobrevivirá a gobiernos, mandatos, nominaciones o concesiones, advirtieron.