18 de septiembre de 2018

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Noam Chomsky abrió su presentación haciendo un saludo a Lula. “No puedo dejar de notar la ausencia de la persona que sería por derecho nuestro candidato de Brasil. Conocí a Lula hace algunos años, poco antes de que asumiera el gobierno. “Me quedé impresionado y he mantenido esa buena impresión”, dijo.

El filósofo sigue atento a las transformaciones del capitalismo y preocupado por el destino de la democracia. De paso por Brasil, el lingüista y filósofo de 89 años debatió el progresismo y el neoliberalismo al lado de otros líderes extranjeros durante el seminario internacional de la Fundación Perseo Abramo, “Amenazas a la Democracia y la Orden Multipolar”.

Al final, él también elogió la conducción del ex presidente y del canciller Celso Amorim en las relaciones exteriores es dejando un mensaje de esperanza a los brasileños.

“Brasil vivió el sueño de ser el ‘coloso del sur’ hace pocos años, cuando se convirtió en el país más respetable del mundo bajo el liderazgo del presidente Lula y Celso Amorim. No se debe subestimar los obstáculos, pero tampoco podemos minimizar la capacidad del espíritu humano en superar y prevalecer”.

Crisis de la democracia
Chomsky apuntó que el ascenso reciente de la derecha en democracias con largo histórico progresista (más recientemente, el parlamento de Suecia eligió casi la mitad de candidatos de la derecha) guarda algunas semejanza con los años 30. “[Suecia] reprodujo un padrón de los años recientes, bajo el cual el centro ha decaído es que los partidos de la extrema derecha ganan terreno.”

También reflexionó sobre las consecuencias de la ofensiva neoliberal que domina la economía estadounidense desde fines de los años 1970, bajo la misión de debilitar sindicatos y socavar garantías salariales y laborales. “En términos reales, el salario medio de los trabajadores ha caído desde los años 1970, cuando comenzó el avance neoliberal de [Margaret] Tatcher y [Ronald] Reagan.

Desde entonces, evalúa, el conservadurismo ha dado lugar a una ideología que ignora la seguridad social por completo y trata derechos como impedimentos al avance económico. “Antes de la crisis de 2008, el economista Alan Greenspan era considerado un” santo “e hizo mucho éxito diciendo que el crecimiento de la economía dependería de la creciente inseguridad de los trabajadores”, dijo. “Pero lo que tenemos son trabajadores viviendo cada vez peor y amedrentados demasiado para pedir un aumento.”

“Cuando vino la crisis de 2008, el congreso aprobó una legislación en dos partes: vamos a rescatar a los banqueros y ayudar a las personas que habían perdido sus casas. Para la mayoría de la población, tener una casa es fuente de riqueza. Cuando sube la bolsa, una porción muy pequeña se beneficia, se benefician cuando sube el precio de sus casas. Es fácil adivinar cuál de esas políticas se han implementado.

Chomsky también puntuó el avance del poder financiero sobre la política. Él cuenta que los lobbies, cuya actividad es legalizada en el país, llegan incluso a redactar los proyectos de ley que serán presentados a los candidatos. Se suman a ello los escollos al voto de los más pobres y los financiamientos astronómicos de campañas. “Es posible predecir quién será elegido apenas mirando el volumen de financiamiento que cada candidato recibió.”

“En el inglés, la palabra ganancia se volvió una palabro, cuando un político dice que está trabajando a favor de los empleos, usted tiene que entender que él está trabajando a favor del lucro.”

Por Thais Reis, de la Agencia PT de Noticias